EL BAUTIZO DE L@S MUÑEC@S DE TRAPO
Es la celebración del nacimiento de las muñecas de trapo, en ese mágico encuentro ponemos bonitos nombres a nuestras muñecas, las bautizamos en el nombre de los poderes creadores del pueblo, de la sabiduría de las abuelas que años tras años, punzada tras punzada nos enseñaron el tierno arte de dar vida a un pedazo de trapo inerte, transformándolo en un hermoso SER. Leemos todas y todos en una misma voz la Declaración de las Muñecas de Trapo de nuestra siempre Muñeca Cimarrona Zobeyda Jiménez, cantamos, compartimos, jugamos, nos regalamos poesía, sonrisas, truequiamos abrazos y amor. Con este sublime acto celebramos la vida, le resistimos al opresor.
Pasa también en estos bautizos que algunas muñecas traviesas aprovechan para irse con quien las invite a soñar y construyan con ellas un vínculo de amor, pues las muñecas de trapo nacen libres, no saben otra cosa que luchar contra la muerte y la tristeza.
Hacemos memoria recordando con gran amor Aquiles Nazoa y al buen obsequio que nos dejó “La Vida Privada de las Muñecas de Trapo”, al loco de Macuto y su muñeca Juanita, la entrega y constancia de Zobeyda, no podía faltar Alí a ese tan ameno encuentro, no olvidamos sobre todo a nuestras muñequeras, las del pueblo, las que conocemos y las que nos faltan por conocer, a ellas que en medio de tanto desamor siguen pariendo muñecas de trapo para alegrarnos los días.
Y viene un poeta o un SER de buen corazón y nos bautiza a las muñecas bañándolas a toditas con pétalos de flores de muchos colores, nos habla bien bonito de la vida, de la lucha, de las muñecas.
Invocando los poderes creadores del pueblo que residen en nuestras manos, cada muñequera va anunciando a viva voz el nombre de su muñeca: Ramona, Armanda, Manuela, Simón, Juanita, Energía, Javiera, Libertad, Patria, Historia, Naturaleza, Amanecer, Fermina, con aquel bonito nombre le nace su historia a la muñeca. Salimos todas comadres y compadres.
Además de aquel magnifico acto nos compartimos un papelón bien frío, majarete, dulce de piña y cualquier otra delicia que deseemos degustar en ese agradable encuentro, donde nos juntamos para darnos calor y cantarle tiernamente a la existencia.
¡Luchar, crear y amar!
Esa es nuestra consigna.
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